martes, 28 de julio de 2009

A veces escuchamos música.

Y es que a veces nos pasa. Más seguido de lo que pensamos, de lo que esperamos, de lo que a veces queremos, de lo que quiere el mundo e incluso se escapa del tiempo. A veces escuchamos esa música.. y nuestra vida cobra un nuevo ritmo. Quizá ese nuevo ritmo. Quizás el ritmo que nosotros le sabemos dar. El ritmo que en ese momento tiene que tener, que en ese momento tiene que marcar y con el cual, las cosas son lo que la vida indica que sean. Y que son maravillosas. Son el maravilloso detalle preciso en aquella escena de nuestro film llamado sencillamente vida.
Pero sólo la música es ese interruptor. Es ese pequeño gran interruptor invisible, que únicamente nosotros sabemos hacer funcionar, que tan sólo nosotros mismos, sin darnos cuenta, precionamos, encendemos y dejamos que fluya aquella música.. haciendo su magia.

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