martes, 2 de julio de 2013

Con la guitarra que suena de fondo.

Mi último recreo será para escribirte. Intentaré no caer en la cursilería misma y evitar todas esas meloserías que a veces me hostigan. Sin embargo, seré sincero, porque desde lo profundo me sorprende.

Dice así:

Creo que hoy dimos un pequeño salto. Quizá más bien, me sorprendiste y llevaste a otro nivel. Un dimensión más (aun más) a lo mejor. Aquella sencilla llamada de la mañana repercutió en mi más de lo que la imaginación podría haber supuesto. No digo que haya sido un gran gesto y sinceramente el hecho mismo tampoco fue la razón del sobresalto. Sin duda, gracias por llamarme; pero el tema del amor que se apoderó de mi corazón y que luego tomó nuevos sentidos desde mi cabeza, van por otro lado. Es que estás presente. Es sorprendente sentir alguien así. Para con conmigo. Y es que la llamada te hiciste presente. Te hiciste hoy, ahora. En mi vida; parte de ella, partícipe, personaje. Quizá caigo en lo que no quería... pero es que no encuentro la manera de explicar de otra forma, que con la llamada justo hoy a las 8 de la mañana, lo que hiciste fue demostrarme que la cuestión ya no es sólo de que me quieras, sino de que te importa, que quieres ser parte, que estás aquí.
En un principio, a medio despertar, tirado en la cama, desde mi cotidianidad, claro que no me di cuenta de todo esto. Pero el paso del día hizo lo suyo; tu imagen continua haciéndome compañía... contigo todo el día, terminó siendo imposible no notar que ya eras parte, que ya estás dentro; que si esto es un lienzo, lo tuyo es más que una pincelada. Y que por eso te amo, porque las cosas ya son más que las cosas y los aires parecen ser siempre buenos aires, sabiendo simplemente que estás. Porque aunque se me vaya a partir el alma porque te vas un par de días ahora pronto, no habrá forma de que se vaya de mi corazón, de mi alma y de mi pecho, lo que ya dejaste para siempre ahí.

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2 comentarios:

  1. weón, qué lindura. qué felicidad que seas tan feliz. vuelvo a creer en el amor y vuelvo a esperar paciente por enamorarme así. se me aprieta el corazoncito de pura alegría.
    te adoro <3

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    1. Vicaria, qué vergüenza, pero si al menos creíste en el amor por mi, creo que quedo súper feliz. Te quiero, pequeña.

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