domingo, 1 de diciembre de 2013

-nohaytítuloposible-

Obvio que no debería estar haciendo esto. Obvio que no debería ponerme a escribir cuando hay tanto que estudiar. Cuando en verdá la vida entera debería estudiarla y en realidad tengo sólo un par de días más. Pero qué más da. Si al final, tengo que ser sincero, ser sincero conmigo mismo. No sé cómo vayan a terminar las cosas, siempre todo es cuesta arriba y ahora sí que está empinado. Pero vamos!, que no nos rendiremos. Que la pena está, pero no inmovilizará a nadie. Que vamos!, porque nadie podrá decir que no luche hasta el final, pase lo que pase. Y porque tenía que escribir aquí, porque más allá de si soy profesor, si tengo título, si hago postgrado o un montón de cursilerías tontas que no importan de nada sino más que para alardear, hoy estoy más seguro que nunca, que tengo a las mejores personas a mi alrededor. Que de pena jamás me voy a morir, porque es demasiado el amor con el que me he rodeado, demasiado el amor que he sabido cultivar a mi alrededor. Y lo agradezco. Lo agradezco más que nada a todo el cosmos, a Dios y a los ángeles. Lo agradezco, porque no tendría porque tenerlo. Pero está ahí, está ahí siempre y no sabe de distancias, ni dificultades. Simplemente está ahí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario