sábado, 23 de agosto de 2014

-no vale ni la pena leerlo-

Quizá soy mejor escribiendo pura mierda y mejor cuando queda en un lugar con sentido. Que no sea en un word de mierda que no tiene ni razón de ser, por lo menos que quede en algo que podría leer alguien, en alguna libreta para escribir mierdas, un libro para desahogarme o un proyecto de escrito de algo. Pero escribir por escribir, por desahogar la mierda que tengo dentro no sirve en sí mismo de nada.

Hoy se supone que había sido un buen día, creo que hasta podía decir que lo había pasado bien. Todo debía seguir así. Pero se fue a la mierda, a la mierda y no sé ni dónde cresta estoy parado ahora. Esta sensación que no sé si es pena o rabia. Que no se qué shusha es. Sólo sé que me siento mal, que me siento hueón, que siento que soy un fiasco, que no sé que mierda hacer, que no tiene ningún sentido y que al final, qué shusha hago entonces tratando de hacer algo.

No entiendo ni siquiera bien lo que pasó. Sólo sé que de un momento a otro, pareciera que no soy capaz de estar en ninguna parte, de estar con nadie, de ayudar a nadie, de ser compañía de nadie y me fui a la mierda, al aislamiento absoluto en que sólo he estado pensando en mi o mirándome el puto ombligo. El ombligo y sin darme cuenta.

Pareciera que hubiera estado ensimismado todo este tiempo. Sólo me doy cuenta que queda la cagá alrededor mío cuando la queda y que parece que sólo estoy siendo una mierda dentro de esa mierda, de un mar de mierda.

Y me hundo. Me hundo, me hundo, me hundo.

Me hundo en rabia, en pena, en frustración, en dejar todo inconcluso, en no querer hablar, no ser capaz de decir nada e intentar y ser un idiota, y ni siquiera así sentirme menos idiota. Porque a final de cuentas todo lo que haga no es más que no poder dar abasto a nadie y darme cuenta que parece que hasta querer darme un tiempo, un respiro o lo que sea que fuera la hueá que se suponía que era el no querer hablar un rato, nada más, para llorar, para botar y luego empezar a levantarme y tener días como lo que se suponía que sería hoy... parece que todo eso es sólo una mierda más.

Pero ya no sé. Y no soy capaz de nada, ni decidir irme, ni decidir mandar todo a la mierda. Ni la oportunidad de tener pena, llorar y patalear ahora puedo darme. Y el día se hace noche y la noche se me va a hacer eterna, eterna en tener este puto nudo en la garganta, estas putas lagrimas trabajadas que me arden en los ojos, esta puta sensación de que todo lo que he hecho, hago y haré es una mierda, porque en verdá todo es tan injusto, tan tan tan injusto, que no hay ninguna puta hueá que resuelva nada, ni que vaya a servir de nada. Y se va todo a la mierda, y nada vale y entonces no sé para qué shusha, para qué shusha, para qué shusha estoy aquí.

Para qué shusha estoy aquí, aquí mismo donde la noche se me hace eterna.

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