Estoy en la Herradura y es mas que cierto que me escape un poco de Santiasco. Vengo a un ciber y mis entrañas un poco ambiguas logran que ingrese a este extraño espacio que la gente comun llama blog. No hay novedad. Ninguna novedad. Veo mis entradas. Enero, cinco.
¡Vaya que fui injusto con enero!
Cuando vuelva definitivamente me toca escribir.-
(disculpen la ausencia de tildes, pero el cibercafe donde me encuentro posee un teclado que carece de la posibilidad de tildar)
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