martes, 28 de junio de 2011

Algo sobre la madrugada.


Mientras escucho a The Smiths, no puedo dejar de cuestionarme esto del horario nocturno. No nos hace bien, ya está claro, pero vamos que nos hemos acostumbrado y como parece ser a esta hora un poco la vida del escritor que llevamos dentro que la de nosotros mismos, la que se expresa a cada instante. Música, letras y las ojeras permanentes, porque ya no crecen, ni desaparecen, en la misma medida en que estamos completamente acostumbrados a estar a estas horas de la madrugada. Porque el bohemio es noctámbulo, pero el noctámbulo lo siente más y está más solo; algo así como con el silencio, su propio silencio y tan sólo todo lo que el decida que lo acompañe. Pega de solitarios dicen algunos, me suena más a trabajo de egoísta o soberbios, que lo único que saben es decidir ellos mismos, por si mismos y no le importa mucho el resto, mientras ellos puedan estar con lo que si mismos quieren.

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