lunes, 29 de noviembre de 2010

Nos creemos gatos


Es sorprendente. Sorprendente sencillamente. Es sorprendete como las mismas personas se van haciendo problemas por si solas. Es casi como si nos dueran una madeja de lana al nacer, para que con el paso del tiempo vayamos desparramandola y dejando todo lleno de nudos y marañas.
Está bien, lo dice el novelista. Pero va más allá y es que esta vez no lo digo por mi. Es sólo que me parece sorprendete. Es sorprendete como cada quien escucha, imagina y interpreta lo que quiere, ve todo como se le ocurre y que incluso así, esa forma, esa forma "elegida" sea tan sólo una manera de hacer más drama. Es casi como tirar la madeja con los ojos cerrados muchas veces hacia el cielo, sin ver que pasa con ella y de pronto, simplemente lanzarla al vacio, logrando que de botes y saltos y se disperse y desparrame por todos lados creando más caos.
Ay! Ay! Si al menos cayeramos en un momento en razón, si al menos dejaramos de lado todos esos sentimientos que nos ciegan y dieramos el paso necesario para al menos tener la oportunidad de abrir los ojos y ver la realidad. Que sea por un segundo. Ay! Si al menos nos dijeran al oido, despierta; tal vez, podríamos hacer una pausa, dar un respiro y ponernos a soplar lo nudos, en lugar de seguir desgarrando la madeja.

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