domingo, 30 de mayo de 2010

Empresario.

Al fin, se había decidido. El pobre hombre -es verdad- aun no tenía ni siquiera su título, pero bah! Ya estaba la decisión. Y vaya que esto era importante en alguien como él. Con su cabellera siempre encima y su tono oscuro de piel, este actual jovenzuelo ni imaginas cuan mal decididor era. Incluso a veces le costaba decidirse por la hora que se iba a ir a dormir o simplemente si se pondría un chaleco o un sweter. Ay!, qué complicado era!
Pero ahora ya había tomado una desición. Se acordaba cuando su mamá le había dicho que ella lo veía como un futuro empresario. Vaya cuanto se había extrañado esa vez, era seguro que aquello era lo más lejano de lo que veía en un posible futuro (de cualquier logitud).
Pero ahora, ahora se reía al recordar. Parece que las mamás de verdad que siempre tienen razón. Incluso -parece ser que- tienen razón cuando ni ellas saben o hasta cuando tienen razón sin ser de la forma en que ellas creían que la tendrían. Uff!, qué locura estas mamás!
-Voy a ser un empresario- se dijo en voz alta y lo hizo más realidad.
Le cargaba que la gente estuviese triste. Lo había pensado e incluso su corazón había entrado a los pensamientos. La nebulosa se hacía parte del paisaje de tanto que crecía en el muchacho. Autenticamente era un hombre al que le disgustaba que la gente estuviese triste. Por él -y que no te quepa duda-, por él oj-alá pudiese hacer que todo el mundo tuviese una sonrisa. Vaya que lo deseaba así. Lo deseaba de verdad mucho..
Y en medio de está nebulosa surgió la idea, espantando todo el humo, soplando toda la neblina y deslubrando como el brillo que ciega los ojos cuando miras una ampolleta.
-Voy a hacer una empresa. Esa va a ser mi empresa.

***

-Y por tanto, decreto el estado de felicidad permanente.- dijo al final de su gran discurso inaugural de su empresa; su empresa dedicada a entregar sonrisas.


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Para ustedes, para todos.
Dedicado.

1 comentario:

  1. El empresario de las sonrisas, que ilumina las vidas de la gente en Licantén.
    Te echo de menos pero la TV me trajo aires tuyos!

    te quiero un kilo :)

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