sábado, 19 de septiembre de 2009

Abramos la ventana, saltemos el umbral.

Ya las cosas están marchando o quizá le estoy exiguiendo un poco menos al mundo y haciendo entrar en razón al corazón. Para qué lamentarse, si tenemos más de lo que merecemos?
Ay ay ay! tengo tanto para dar gracias, tanto tanto y ya me estoy convirtiendo en un adulto más.
Y es que no quiero, no quiero y no quiero, me niego a olvidarme de lo maravilloso que me se me regala día a día.
Acaso estoy volviendome sordo y dejo de escuchar esas piedritas en la ventana. Vamos que ya está saliendo el sol, afuera están todos esperandome y mis brazos que de tanta soledad se quejan, si tan sólo tomarán un poco de atención y sintieran los golpeteos de las piedritas, serían escasos para todo el esplendoroso amor que inunda mi vida.

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