viernes, 24 de diciembre de 2010

Buen augurio.

Porque tenemos claro que cuando se cierra una puerta, tendremos miles de ventanas que nos llenarán de aire, que podremos abrir otras puertas y incluso, podremos crear otras nuevas. Porque aunque las luciernagas se vayan del desierto al campo, siempre llevan con ella su luz. Y porque los duendes existen en todo todo el mundo.
Es por esto, que no hay que perder ni la esperanza ni cerrar los ojos abatidos; despues de todo, se viene el año nuevo, cargado de nuevos aires, más puros.

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