Cúanto cuesta pararse a mirar el mar.
lunes, 2 de septiembre de 2013
Cómo no
Andaba con algo de pena. Caminaba mirando el piso y de vez en cuando el cielo. Le gustaba recordar que el cielo era el mismo en todas partes. Las distancias eran difíciles, a él sobretodo le costaban las distancias. Pero cómo no. Cómo no.
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