jueves, 19 de noviembre de 2009

Siempre pasa.


Y saben qué pasa?
Es que no podía ser diferente.
Durante todo el semestre saque y saque la vuelta cada vez que tenía que hacer uno de estos trabajitos e incluso cuando tenía que estudiar solo y no había ningún compañero para controlar mi flojera compulsiva, siempre terminaba escribiendo o leyendo o viendo fotos o sacando fotos o cualquier otra cosa que no fuera lo que académicamente debería haber hecho.
Y ahora no podía ser diferente.
Este era el último trabajo del semestre -la otra semana ya no hay clases, sólo examenes y pruebas, pero haremos como que no cuentan para subirnos el ánimo- y yo no podía hacerlo de otra manera. Ya son más de las 2.30 de la madrugada y yo nuevamente no he siquiera empezado mi trabajo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario