Movimiento de traslación y (más) de rotación.

No me hace gracia. Son tantas cosas parece. Es que la vida anda media pesota -por no garabatearla- y como que a cada instante va cambiando todo. Es cierto y dije que iba a dejar que todo fluyera, hermanito. Y pues claro, claro que lo haré. Ahorita soy hippie y esa es la idea. Pero, pero, pero.. la vida cree que anda en monopatín y se le olvida ponerse el casco, le da por hacer una caipirinha y ni se acuerda de que el mundo sufre un poco cuando lo agitan, se le ocurre ponerse a dar vueltas y vueltas como niño-chico y cuando se cae y se tropieza, de nuevo todo se cambia y retumba. Y aunque es cierto que soy taimoso, esta vez no. Esta vez es la vida -y un poco la tierra- la que da vueltas y vueltas y nos hace ver todos como si recien no hubiese sido ella la que giraba, sino nosotros mismos, dejandonos un poco borrachines y viendo todo borroso, difuso, no-certero...

Y no sé, quizá simplemente el terremoto no vino a más que meternos los dedos en los ojos y dejarnos viendo así y sintiendo que la vida cambia y cambia.

Porque eso hace.-