jueves, 19 de marzo de 2009

Déjame llorarte.
Llorar por que te amo, porque eres todo para mi, porque sin ti, no sería nada. Déjame llorarte y de alegría agradecer una y mil veces a Dios por entregarte a mi, como regalo; luego sentirte mojado por mis lágrimas y darte las mil gracias a ti, al real, porque eres realmente tú quien eres mi amigo, mi todo, a quien amo y quien me soporta día a día.
Déjame llorarte, porque confió en ti, porque en ti soy capaz de entregar todo y mostrarme tan frágil y tan indefenso como en realidad soy, porque puedo llorar contigo y no tener miedo, porque puedo llorar contigo, que me das la calma y que haces que esas gritos desesperados se vuelvan lentamente en tan sólo sollozos.
Déjame llorarte, porque no puedo creer que exista lo que existe, porque tengo miedo, porque quiero que estes a mi lado y no sé si realmente es o será siempre asi. Llorar porque dudo, porque me cuestionó, porque mi mente retorcida no deja de maquinar estúpideces que hacen que necesite de alguién que me sujete y ese eres tú.
Déjame llorarte por lo que creo, por mis valores, por mis pensamientos, por lo que siento y por lo que pienso, porque mientras lloro junto a ti estoy viviendo y cada minuto es valioso y es precioso, porque cada minuto pasa, una tragedia que debería cambiar y con tu fuerza, que proyectas en mi, lograré hacer imposibles.
Déjame llorar por llorar, porque estar al lado tuyo es mi sueño, mi anhelo, mi respiro , mi suspiro, mi aire y mi canción, mi melodía y mi ensoñación; porque tan sólo la magía de tu compañia lo es todo y porque llorando a tu lado te entrego lo más puro que tengo, te entrego mi alma que se derrama gota a gota callendo de mis ojos, rodando por mis mejillas y posandose finalmente en tu amable regazo de amigo fiel y sincero que no dice palabra, pero si permite que le llore.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario