Sentir ese placer en la guata... No se si es así de literal. Es un placer, pero un placer bastante extraño. Es el gozar con cada palabra que se cruza por tus ojos y forma parte de un sentido extasiante.
Hoy hablaban de la literatura y parecia que aquel niño que siempre quiere hablar, ahora estaba mudo. Mudo de no poder poner palabra sin que se le escapara el corazón de la boca. Simplemente miraba embobado como cada una de las cosas que decian sus compañeros y su profesora parecía cristalizarse en el aire y mostrarle, como si fuera una imagen, algo que el mismo creía sentir. Un sentir tan único y personal, pero que a la vez nos llega a todos.
Hoy aquel imprudente de las palabras, avasallador parlanchín, mantenía la boca inmovil. Sellada por el regocijo de sentir por ahí, bien adentro, que todo aquello a él también le competía y que no necesitaba más que escuchar lo que de otros labios salía diciendo lo que él mismo gorgoreaba por dentro.
Es simplemente maravilloso ver como en un simple par de letras se puede encerrar tanta belleza, como en sólo algunos signos se esconde tan gigantesco paraíso. Me eleva cada vez que leo y encuentro majestuosidad en la gracia con que se dice, se expresa, se crea.
Literatura es incluso más que todo lo ya dicho.
...Ahora no se como explicarlo; sólo sé que me hace inmensamente feliz y gozoso.
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