Y nuevamente me pregunto que es lo que quiero.
-.. qué mierda es lo que quieres?- resuena en mi cabeza. Me interrogo una y otra y otra vez, no me queda espacio siquiera al escape.- No sales de aquí, sin antes darme una respuesta- me increpo a mi mismo. Así llevó días pensando y pensando, con mi mente dando vueltas, con los engranajes ya cansados, pero aun ritmicos en la inercía de espera por una respuesta. No puedo salir de ahí, de esas cuatro paredes, que más asemejan a una tonta cavidad, casi una cueva, donde mis divagaciones revotan de pared en pared, de un costado a otro y el eco de la misma pregunta de siempre y de ahora, suena y resuene y vuelve a sonar: "qué es lo que quieres?".
Y es que ojalá fuera tan simple descubrirlo. De ser así, es más que seguro que ya habría salido de mi cerebro (sólo alumbrado por una ampolleta que cuelga del mismo cable que le da la corriente). Pero no, es que la respuesta parece ser algo super evidente, pero a la vez tan complejo que cada vez que creo tenerlo entre las manos se me resbala, como un pez. Y es lo mismo, un pez; un pez que tu sabes está bajo el agua, que a veces lo puedes vislumbrar, que otras lo alcanzas a rozar, pero que cuando crees lo tienes, no lo es, en realidad, pues éste nada y chapotea entre tus manos hasta que vuelve al río y no ha dejado que lo identifiques por completo, con suerte, tan sólo lo viste un poco.
Me cuesta entender y cada vez que llegá el tema, cada vez que siento aquel viscoso pez por entre mis piernas (sumergidas siempre en las aguas de la duda), sólo es para enredarme más la cabeza.
-Por qué no puedo simplemente comportarme como un común mortal que evita, que ignota, que no piensa tanto y se lanza inescrupulosamente?
-.. siempre tienes que querer esas malditas cosas no posibles o esas destestables estrellas inalcanzables o aquellos sueños imposibles o esperas aquellas inexistencias. SIEMPRE... por qué ? ! ! ! !