lunes, 9 de marzo de 2009

Pensamientos-transportes !

Este findesemana he pensado mucho. Mucho. Y curioso resulta que cada vez que pienso, o al menos gran parte de la veces, pienso en cómo escribiré lo que pienso. Finalmente, no lo escribo o no lo he hecho al menos. Y es raro, sin embargo, tampoco me siento culpable. Sería peor sentirme así. Y es que no puedo volver a sentir escrito lo que ya no alcance a escribir (apuesto que no se entiende).

Cómo explicarlo?... Bien!, es como que... no puedo escribir lo que ya paso por mi mente, osea si puedo, pero no será como la vez que lo pense. O algo así.

En fin, he pensado mucho y no me ha molestado pensar. Es curioso, mas esta vez a sido un "buen pensar". No ese pensar que toda mente de suicida tiene y que sólo te lleva a dar mil vueltas en las cuales no consigues nada más álla de cansarte, ir perdiendo la luz, la fuerza y comenzar poco a poco a creer que el fin del mundo se acerca o que este mundo simplemente no existe. No obstante, en esta ocación no fue así, pensaba pero no temblaba. Quizá pasaron muchas cosas por mi cabeza (y en eso no hay nada de nuevo), pero eso sólo lo hizó más interesante y amable (esto si es nuevo).

Esta vez, me fascino sentir que mi mente volaba fugazmente, tomada de la mano de la velocidad de la luz y dejando como rastro una cola semejante a la de un cometa ultravioleta. Esta vez, fue maravilloso ir sintiendo cada uno de esos pensamientos y no amodorrarse en la somnoliente malignidad del pensar autoflajelante y suicida. Aquel que en vez de dejarme zurcar los cielos, me hace estancarme a contemplar en palco preferencial la obra maestra y musical de mi consumisión.

Más esta vez no soy espectador aturdido, sino que pasó a ser parte de esa ventanilla que explota a las maravillas del universo, mirando desde mi pequeño cohete. Me enceguesco con las texturas del cosmos y quedo anonadado (de ojos grandes) ante la luminosidad tornasol galáctica.

Este findesemana fue de viajes interestelares acompañado por mi mente, guiado por mi corazón y comandado por mi pecho -él que ordenaba a mi guata como navegar. Este findesemana fue de pensamientos sentidos, de aquellos que nunca se han de desperdiciar, de aquellos que te llevan de viaje y que si no llevas la camara te arrepentiras por el resto de tu vida (digo esto sólo para hiperbolizar, pero en realidad te arrepentirás únicamente hasta que lo recuerdes, evidentemente). Así que si quieres un consejo (a veces creo que los doy, sin siquiera que me los pidan: pues si no quieres el consejo, mejor deja de leer) -toda historia merece su moraleja, sobretodo si se se trata de una historia de viajes, como lo es ésta-, te digo que cuando pienses, siempre tengas la camara al bolsillo y no olvides llevar las pilas con carga (un clásico error).

Buen viaje :)

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