martes, 24 de diciembre de 2013

Al cierre de otro capítulo

Lo he pensado un poco. Menos de lo normal, porque en verdá siempre he sido mucho de darle vueltas y vueltas a todo, en virtud del año que se cierra. Este año fue menos caldo de cabeza, pero igual salieron algunos humos volando por ahí.

El dos mil treces lo recordaré sobretodo porque fue difícil. Un año de jugársela un poco, de querer crecer otro y de luchar bastante. Todavía queda y aunque las vacaciones llegaron hace ya algunas semanas, el cansancio me sigue en la espalda. Para ser sincero, incluso aun tengo algunas penas que me dan vueltas por ahí. Pero en virtud de los días que pasan y lo que he vivido ahora último, no puedo no llegar a la conclusión de que da lo mismo todo lo terrible. Ya queda algo así como una semana del dos mil treces y cuando se vaya, ya no quedará nada de lo malo, pero si pasará con nosotros todo lo bueno que hubo este año. Y con eso no puedo estar más feliz. Agradezco a la vida y al cosmos por todo lo bonito que me regaló este año. Siendo breve, agradezco todo el aprendizaje, toda la fuerza y motivación que gané; y sobretodo agradezco por todas las hermosas personas que me llevo. Personas con las que este año aprendí la gran lección de que por más que estén a miles de kilómetros de distancia, cuando los sentimientos son de verdad, nadie puede alejar. Doy gracias por mis amigos, por mi familia y por mi polola, porque aunque aun no está terminada, poco a poco y a punta se sacás de cresta, voy terminando el proceso de la universidad, pero cada vez con más calma, porque este año aprendí que -como todo en la vida- no algo que termina y deja todo atrás, sino que es algo de donde saqué mucho y me quedos con hartos más, con hartos más que me apoyan, me quieren y ya son parte sencillamente de lo que es mi vida. Feliz navidad, feliz dos mil trece y feliz de poder seguir viviendo más allá de las dificultades en los miles de regalos que me entrega el universo.

domingo, 1 de diciembre de 2013

-nohaytítuloposible-

Obvio que no debería estar haciendo esto. Obvio que no debería ponerme a escribir cuando hay tanto que estudiar. Cuando en verdá la vida entera debería estudiarla y en realidad tengo sólo un par de días más. Pero qué más da. Si al final, tengo que ser sincero, ser sincero conmigo mismo. No sé cómo vayan a terminar las cosas, siempre todo es cuesta arriba y ahora sí que está empinado. Pero vamos!, que no nos rendiremos. Que la pena está, pero no inmovilizará a nadie. Que vamos!, porque nadie podrá decir que no luche hasta el final, pase lo que pase. Y porque tenía que escribir aquí, porque más allá de si soy profesor, si tengo título, si hago postgrado o un montón de cursilerías tontas que no importan de nada sino más que para alardear, hoy estoy más seguro que nunca, que tengo a las mejores personas a mi alrededor. Que de pena jamás me voy a morir, porque es demasiado el amor con el que me he rodeado, demasiado el amor que he sabido cultivar a mi alrededor. Y lo agradezco. Lo agradezco más que nada a todo el cosmos, a Dios y a los ángeles. Lo agradezco, porque no tendría porque tenerlo. Pero está ahí, está ahí siempre y no sabe de distancias, ni dificultades. Simplemente está ahí.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Carta

*Rescatado del papel

No voy a pensarlo mucho. A final de cuentas ya es suficientemente raro escribir esta carta. Y no sé. A pasado harto tiempo. No es como cuando llegó la muerte. y es seguro, no es tampoco el mismo sentimiento. Ahora la ausencia física es la constante y la pena ya no es desangrante. El tiempo pasó, se cicatrizaron -un poco al menos- las cosas y al final, lo que se siente ahora es más bien por la falta. El problema es el no verte, no oírte, no tocarte. No poder sentir que estás, porque siendo concretos, ya no estás. No estás y ese es el problema...
Me cuesta entonces un poco eso. No tenerte. No saber que dirías de mi si estuvieras hoy en día. No poder pedirte consejo. El problema es el sólo contar contigo desde dentro, desde ese abrazo; pero no, en verdad, no contar contigo en la vida. Porque a eso, ya no perteneces.
Y entonces, yo sigo aquí, sin ti, teniendo que prescindirte, a olvidarte, pero sin querer perder tu recuerdo. Ese que es sólo mio y no es más que eso. Mi recuerdo. Eres un recuerdo que no sirve para vivir. Sólo está allá dentro, guardado entre las costillas. Para mi. No para vivir. Para cuando me detengo, porque al final a veces yo también me canso de la vida, de esa vida que tú ya dejaste.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Desde aquí.

Quiero escribirlo. Soy un hombre profundamente afortunado. Afortunado de la vida que se hace día a día a mi alrededor. Soy un hombre afortunado de la vida que he ido construyendo conmigo y con los míos. Soy un hombre infinitamente feliz y afortunado. Soy un hombre profundamente bendecido. Soy un hombre profundamente afortunado porque he tenido la posibilidad de vivir la vida amando a fondo, con todas mis ganas y que la gente valoré aquello, que sienta mi amor y desde ese lugar me valore. Soy un hombre enteramente feliz porque he podido ir construyendo mi vida en el amor, entregándolo al resto y rodeándome de él. Soy un hombre infinitamente feliz, porque mi vida no es más ni menos que todas esas personas que se me cruzan, que intento tratar con la toda la dignidad y cariño que se merece un ser humano, y porque a partir de eso, he recibido maravillas día a día.
Gracias Dios, gracias cosmos, gracias vida. Gracias gracias gracias.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Algo más.

Y es que sólo es extraño todo, porque quiero aclarar que las depresiones en estas fechas siempre eran en evaluación, un poco de mirar atrás, de siempre sentir que se podía hacer mejor y de creer que no habíamos sido capaces de hacerlo bien, de darlo todo, y ahí es que tal vez, por lo mismo, este año todo venía distinto, porque esta vez, al parecer, sentíamos que todo iba mejor, que las cosas no eran fáciles, no, sin duda que no, pero que, ¡vamos!, sabíamos que había que llevarlas hacía adelante y, darle y darle, que así es la vida y al final ya no hay de otra, y está bien, pero parece que eso no es tan sólo y esta vez, esta vez va para el otro lado, va hacia adelante, al proyecto, al plan, al futuro y más allá de uno, hacia los otros o más bien desde los otros, porque aunque me duela decirlo, parece que el hogar tiene poco de hogar, si no es que en las cuatro paredes de mi habitación, esa misma que ahora tiene la puerta cerrada, esa misma puerta que cerré apenas terminé la conversación y donde me quedé solo, para estar solo y sentirme conmigo, conmigo donde pudiera sentirme como en casa, donde pudiera sentirme mejor, donde pudiera sentirme resguardado y donde, ese donde que no es ningún otro lugar de este departamento que ya lleva años haciendo registro en mi vida, pero que parece que ahora es otro donde, un donde que está lejos, que me desconoce, que me aleja y que tal vez, también no es la construcción, si no es que más bien las personas, pero así sólo duele más, y así sólo te quieres quedar más solo y tal vez, porque así te sientes, porque tu donde, ya no es tu donde, sino el donde de aquellos con los que compartías todo antes y ahora parece que incomodas, porque eres un extraño, un ajeno, alguien que ya no es parte de ese lugar, y ahí es donde viene el futuro, viene el para adelante, porque si tenemos que ahora parece que ya no es ahí, que ya no será más ahí, entonces, ¿dónde?

Pre-cumpleaños.

Había pasado demasiado desapercibido. Era bastante difícil pensar que después de años de recurrentes depresiones pre-cumpleaños, este año sería distinto. Pero igual lo había pensado. Había creído que habíamos crecido un poco, que tal vez lo bueno y lo malo este año fue mucho o distinto, y sencillamente ya no necesitábamos lamentarnos y cocer cabezas en la previa.
Pero otra vez no fue así.

Ya habíamos guardado esa rabia muchas veces tal vez. No lo sé bien. No obstante, hoy sencillamente salió y dijo todo lo que tenía que decir. Porque me hervía la sangre de que no fueran capaces de decirme las cosas a la cara. Nunca, nunca.. nunca he entendido el miedo que tiene mi familia por la verdad. Acaso es muy difícil enfrentar las cosas, hablar con la frente en alto, mirar a los ojos. Sinceramente no lo entiendo.
Y esta vez era un poco de eso mismo, y no pude contenerme. No pude no decir. Estalló todo.

Aunque, sin duda, más allá de todo, lo que más me duele es el desdeseo. Y desdeseo es la palabra que tal vez creo para aquella oscuridad que percibo ahora. El desdeseo de los otros. El desdeseo, ser una molestia para el resto, ser quien entorpece. Me siento un incidente que quiere hacerse parte, pero al cual finalmente parece que no le corresponde, porque cualquier acción que realice finalmente incomoda.
Y ya no sé qué hacer.

Porque inevitablemente los segundos corren, las horas pasan y el día llegará por si solo. Y si es que en un principio la idea era estar en el hogar, porque ahí es donde debíamos sentirnos mejor; ahora parece que mejor salir de ahí todo lo que se puede. Aunque no se puede muy en la realidad. Y sencillamente, ya no sé qué hacer.

Aunque a lo mejor esta vez, simplemente nada y que nada diga por ti, todo lo que te corresponde.

domingo, 27 de octubre de 2013

Fotos

Extraño un poco la época en que me sacaba hartas fotos de mi mismo. Extraño poder ver las fotos, convencerme y desconvencerme. Sobretodo lo segundo. Que tengan que ser miles para que recién haya una. Extraño encontrar esa una, la una, única capaz de corresponder al sentimiento que dirige mi vida justo en esta era. La era justa en la que transcurre un poco la foto, pero más aun, en la que transcurre mi vida. Porque a veces las fotos eran de hace un par de meses y quizá de unos cuántos meses más. Y qué más da. A final de cuentas, los sentimientos no son tan cronológicos como creemos y lo que sentimos a veces nos sale por la cara con desface. Lo importante es que existía la foto. Existía la foto y la encontraba. Extraño encontrarle entonces y ponerla de perfil, luego.

miércoles, 16 de octubre de 2013

De lo que pasa esta noche (y en la vida universitaria)

Ese momento en que suenan las cosas es algo que parece que la universidad no conoce. Ese momento en que re-conoces los cascabeles, que el espíritu se eleva y que el tiempo flota en el infinito, porque en verdá, ¿qué importa si hay tiempo? Y es que acaso no se trata sobretodo de eso, de esos sentires, los que son de adentro hacia afuera, que desbordan y que impulsan a dirigir los ojos hacia el mar. La lástima es que la universidad y muchas veces el mundo, no entienda que hay que vivir finalmente más a esos ritmos, con los propios compases, los que se marcan por dentro, de la guata al pecho y no al tictac de los relojes. Porque si es que somos máquinas, es sólo en que tenemos un propósito y en que todos juntos encajamos perfecto, pero en ningún caso para homogenizarnos, ni para ignorar (y peor aun, destruir) nuestros espíritus.

lunes, 7 de octubre de 2013

A veces me quedo callado

En silencio.

Por lo menos
una vez al día.

Aunque sea
antes de dormir.

Cada cierto tiempo,
silencio.
Sin premeditar.

No de acá
ni de allá.
No por ser, ni
no ser.

Solo
es
parte.

Y sale
sale sale sale.

Por lo menos
una vez
al día.

Y no es
de dentro
ni de fuera.

Tan solo
es parte.

jueves, 3 de octubre de 2013

Cosmos

Creo que ese siempre fue el sentido. Armar un mundo. Me imagino en todas las cosas que tengo metidas en la cabeza. Pienso en todos los seres, tantos movimientos, la banda sonora, los bailes, la magia, el viento, la flotación, el ritmo.. todo. Pienso en todo aquello que he ido armando en mi cabeza. Se me aparecen todas esas ideas, esos juegos que he ido creando, que he ido inventando, que poco a poco se han ido quedando. Un poco de cosmovisiones son, aunque a final de cuentas no son más que un mundo parece sin darme cuenta desde que llegué aquí he ido creando para compartirlo. Compartirlo y ahora que puedo hacerlo contigo, siento que tiene algo de sentido y agradezco poder haberlo hecho tan lindo.

-Estosiqueloescupí-

domingo, 22 de septiembre de 2013

Secretos del autor.

Lo que pasa es que en verdá, cuando ella está lejos, las estadísticas del blog suben.

-Te amo.-

jueves, 19 de septiembre de 2013

Los papás no deberían morirse

Ni allá lejos,
ni hace más
de diez años.

Los papás no deberían
morirse.



---
Prometí que no dejaría de publicar a pesar de saber que siempre me leías. Te amo.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El caso es.

Hoy día le di hartas vueltas a escribir una historia. Sabía que lo importante era encontrar la historia que contar. Le di hartas vueltas. Hartas vueltas y bueno, aun no escribo nada.-

jueves, 12 de septiembre de 2013

El mar está adelante, vamos a nadar.

Me pesa ver hacia el horizonte. Por ahí decían que es más fácil vivir con los ojos cerrados, pero vamos que hoy el cuento contaba otra cosa y vaya que era terrible aquella vida de los ciegos y sobretodo de aquella que veía entre ellos. Y es que sé que hay que seguir adelante, que el mar sigue ahí y nadar es lo único para lo que tengo fuerzas, pero sólo si es contigo. Porque de verdad creo que aprendí que las penas son para pasarlas juntos y a tu lado, todo se hace más claro, más luminoso. Las brazadas no son tan pesadas cuando se nada con una sirena. Es sólo que parece que cuando no está tu fatamorgana conmigo, se esfuman también las fuerzas. Y me ahogo. Me siento encerrado, abandonado en el vacío. Pero no quiero que creas que tienes la culpa. Tu ausencia tampoco es la culpable. Es sólo que parece que al mundo se le ocurrió darnos muy duro en estos días. Sí tú sabes lo mucho que me duele por lo que estás pasando. Me duele porque eres tú, me duele porque sé lo que es. Y sólo quiero vivir eso, ahorrar mis fuerzas para estar contigo, acompañarte, que es lo único que vale en medio de todo lo turbulento que se puso el mar. Pero el problema es que los barcos siguen navegando y los puertos exigen estar en funcionamiento. No dejándome descansar en la arena, como yo quisiera estar todo el día y toda la noche. Recostado en la arena, más tibia o más fría, pero siempre ahí, esperando que otra vez aparezca mi sirena para al menos escuchar su canto.

Antes de leer, entienda usté que estoy mal, pero ahora bien y tampoco es para tanto.-

Me dices que tengo que creer, que la mejor manera de pasar por encima de todo lo que me molesta es seguir adelante, echarle para adelante. Te creo, vamos que hay que mirar el mar e irse a nadar, lo creo más que nadie. Creo en el canto más fuerte, porque de gritos no podemos vivir y porque por los vivos, los muertos y los que mataron, tenemos que seguir aquí, dándole, hacía adelante, hacia el horizonte, nadando en el mar que se vuelve cada vez más infinito hacia adelante en nuestro ojos. Pero no basta, ya no puedo, estoy agotado, estoy agotado y tengo angustia de mi mismo. Angustia por el lugar en el que me encuentro, que tengo pena, que estoy tranquilo, que todos se compadecen, pero nadie puede hacer nada y la vida sigue y sigue, y yo no hago nada tampoco. Porque no puedo, porque no es justo, porque no vale, porque no toca, porque estoy quieto, porque me inmoviliza y me inmovilicé, porque me corresponde, porque lo vale, porque no es más, ni es menos, porque sólo así merezco pasar algunos días, perdiéndome y rindiéndome a que la vida sigue y yo no siempre voy a poder con ella.

Estoy chato

Estoy chato de no poder detenerme un rato a sentir la pena que me toca, de tener que estudiar, de tener que escuchar en un día como hoy tanto disparate, de que aun haya personas que piden que nos olvidemos de todos los hombres y mujeres que fueron muertos en dictadura, de que mi universidad sea católica de puro nombre, de que los otros no importan si es que no me toca lo que les pasa, de que la vida siga y siga, de no poder sentarme un rato sin que el mundo siga exigiendo cosas de mi, de que todo pase justo en el peor momento, de que mi dolor ni siquiera sea justo porque quien más quiero en este momento está pasando por un dolor peor, de que se me acabe la fuerza, de que el silencio siga siendo sólo silencio y de que el vacío es más vacío ahora, de que el mundo no se acuerde de nada y peor aun no quiera acordarse, de que vivamos sin mirar para al lado y menos para atrás, de que algunos quieran hacer parecer de que todo sigue tal cual y tan bien, de que no haya nada que hacer y de que no pueda hacer nada..

martes, 10 de septiembre de 2013

Compases y amores.

Escucho música mientras trato de estudiar. Aunque más bien trato de estudiar mientras escucho música. Lo cierto es que escucho música y no estudio. Y más cierto aun que escucho todo bien bonito y mi cabeza no deja de tratar de encontrar entremedio de mis memorias, alguna canción para regalarte. Porque lo que escucho suena lindo y con todo y con nada me acuerdo de ti. Y me gustaría que lo supieras si no al menos un poco y que pudieras sentir lo que ahorita yo siento escuchando melodías que oscilan entre mi cuerpo como corrientes de agua en el océano marino. Pudieras al menos estar conmigo en este mar de sonidos y regalarte una canción. Una canción con la que se te llenara tanto el corazón y sostuvieras tanto en el aire, como yo lo hago oyendo estas canciones y sobretodo trayéndote a mi memoria porque en mi corazón ya pasas todo el día.

lunes, 9 de septiembre de 2013

L.

Quise hacerte un carta. Lo prometo. Quise hacerla.

Y debería. Debería haberte escrito en algunas hojas sueltas, pálidas e inertes. Debería haberle dado alguna vida a todas las cosas que volaban sueltas en mi cabeza desde hace ya días. ¿Realmente seré uno más de esos idiotas que únicamente se dan cuenta de lo que tienen cuando se les va?

No quiero creerlo.

No he dejado de pensar en las últimas horas (y por horas hablo de los pocas horas que me duró este findesemana). Pensaba y se me hacían imágenes de todos los maravillosos momentos que tuve la suerte de vivir contigo. Eres una bendición. Cada historia terminaba en una pequeña sonrisa. Algunas veces más triste la sonrisa, bañada de nostalgia. Otras una sonrisa contenta, repletando el corazón del amor que tú me diste. Tenemos tantos momentos que se me pasó el tiempo pensando en la vida que construímos en estos cortitos tres meses y un poco más.

Me acuerdo como me miraban tus ojos cuando me pillabas pensando. De esa mirada tan tuya y tan mía, que no sé si alguien más en el mundo conoce o va a conocer algún día.

Te miro a lo lejos y te amo. Te amo con la infinidad de quién no se permite ni siquiera recibirte/darte las gracias, porque lo nuestro no se trata de eso. Te amo con la constancia de quienes no son capaces de separarse porque si hay que sufrir, suframos, pero que al menos podamos hacerlo juntos. Te amo con el amor que tú me enseñaste a amar y que juntos creamos y cultivamos día a día. Te amo como solamente se ama a quien se ama, cuando es uno, único y nada más en el mundo.

Te amo a la distancia y miro hacia adelante. Porque quiero creer que si decidimos seguir fue por eso. Porque tú me lo prometiste y yo te lo prometo a ti. Vamos con fuerza, con toda la fuerza a luchar hacia adelante, por nosotros, por el uno y por el otro, cada quién con su historia, con su vida, para poder compartirla y juntos hacer la nuestra. Nuestra vida que no es de América, ni menos de Norteamérica o Sudamérica. Nuestra vida que no conoce de distancia, ni de tiempos. Nuestra vida que más pronto que con la llegada de tu avión a Toronto, ya ha comenzado a aprender lo que es estar en la incertidumbre y como juntos nos adentraremos a amar en esos mundos.

Te amo, vida mía. Te amo porque creo completamente en ti, porque veo en tu vida y en todo lo que te propones, en lo que luchas, en lo que sueñas, en lo que temes y en lo que amas; veo en toda tu vida a la mujer que amo. A la mujer que amo con mi alma, mi mente, mi pecho, mi guata y todo mi cuerpo. A la mujer que es parte de mi vida y hace día a día mucho de lo que es de ella.

Te amo, porque juntos aprendimos a ser grandes, de esos grandes que lloran juntos y saben así pasar las penas, y que luego son felices pudiendo despedirse sin separarse, sintiendo cuánto se aman y como nada es capaz de terminar con eso.

Te amo, porque te amo y porque amo amarte y amarte es porque te amo.

Te amo y ya nada importa, porque sólo contigo, sólo contigo puedo estar en esta incertidumbre, tranquilo; viviendo la pena juntos, luchando juntos, creyendo juntos y esperando más juntos aún.

Te amo, infinitamente, hoy y siempre. Te amo.

Usté no lea.

Ha pasado un poco el tiempo y quizá hasta la realidad de tu Partida. Hace un par de horas que volví del aeropuerto y hace menos que desperté después de intentar reponer un poco las fuerzas para seguir. Pero no sé, algo pasa con el tiempo, como que está suspendido en mi vida. Y es que sencillamente no logro hacer nada, ni siquiera sacar unas buenas letras de lo mucho que te extraño. De como la vida parece estar en pausa, en tu ausencia.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Cómo no

Andaba con algo de pena. Caminaba mirando el piso y de vez en cuando el cielo. Le gustaba recordar que el cielo era el mismo en todas partes. Las distancias eran difíciles, a él sobretodo le costaban las distancias. Pero cómo no. Cómo no.

Algunas letras.

Hace tiempo que no escribía y es que quizá hace tiempo que no me alcanzaban los minutos o no se me ahogaban lo suficiente los sentidos. Al parecer el agua no me había tenido tanto tiempo cubierto o al menos así parecía. Porque escribo porque quiero, pero a veces, porque no puedo no hacerlo. Porque lo necesito.

jueves, 18 de julio de 2013

Sobre mi vida y lo que pienso de que he crecido

Estaba reflexionando un poco, como hago a veces y de costumbre. En lo bonita que va la vida y lo bello que he aprendido a verle a la calma, a la simpleza. A lo bonito que es mirarse y plantearse la vida de esa forma, tranquila, sin mayores aspiraciones. Haciendo las cosas bien, disfrutando  y queriendo disfrutar -sobretodo lo último- estar con los otros. Ver películas, algunos documentales, leer uno que otro buen libro, aprender, estudiar, ayudar un poco, comer cosas rica y jugar juegos de mesa.. o conversar, sencillamente conversar y estar. Estar con los que quieres, esos que ya sabes que quieres y que quieres querer. Ay!, qué bonita que se hace la vida cuando te la tomas con calma y no plenas más que hacer lo que quieres y quieres querer.

martes, 2 de julio de 2013

Con la guitarra que suena de fondo.

Mi último recreo será para escribirte. Intentaré no caer en la cursilería misma y evitar todas esas meloserías que a veces me hostigan. Sin embargo, seré sincero, porque desde lo profundo me sorprende.

Dice así:

Creo que hoy dimos un pequeño salto. Quizá más bien, me sorprendiste y llevaste a otro nivel. Un dimensión más (aun más) a lo mejor. Aquella sencilla llamada de la mañana repercutió en mi más de lo que la imaginación podría haber supuesto. No digo que haya sido un gran gesto y sinceramente el hecho mismo tampoco fue la razón del sobresalto. Sin duda, gracias por llamarme; pero el tema del amor que se apoderó de mi corazón y que luego tomó nuevos sentidos desde mi cabeza, van por otro lado. Es que estás presente. Es sorprendente sentir alguien así. Para con conmigo. Y es que la llamada te hiciste presente. Te hiciste hoy, ahora. En mi vida; parte de ella, partícipe, personaje. Quizá caigo en lo que no quería... pero es que no encuentro la manera de explicar de otra forma, que con la llamada justo hoy a las 8 de la mañana, lo que hiciste fue demostrarme que la cuestión ya no es sólo de que me quieras, sino de que te importa, que quieres ser parte, que estás aquí.
En un principio, a medio despertar, tirado en la cama, desde mi cotidianidad, claro que no me di cuenta de todo esto. Pero el paso del día hizo lo suyo; tu imagen continua haciéndome compañía... contigo todo el día, terminó siendo imposible no notar que ya eras parte, que ya estás dentro; que si esto es un lienzo, lo tuyo es más que una pincelada. Y que por eso te amo, porque las cosas ya son más que las cosas y los aires parecen ser siempre buenos aires, sabiendo simplemente que estás. Porque aunque se me vaya a partir el alma porque te vas un par de días ahora pronto, no habrá forma de que se vaya de mi corazón, de mi alma y de mi pecho, lo que ya dejaste para siempre ahí.

---

lunes, 24 de junio de 2013

Extraño sentirte.

Lo que pasa es que siento
que te siento.
Que te me vas
de vez en cuando.

Que la distancia contigo
es más distancia
y a veces menos.

Y a veces menos
cuando te veo
directamente a los ojos.

Y a veces más
cuando te veo a los ojos
y el tiempo se hace infinito.

Infinito estando contigo,
infinito a tu lado,
infinito en tu espera,
infinito te he amado.

lunes, 17 de junio de 2013

( )

Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo . Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro. Yo creo. Yo hago. Yo puedo. Yo logro.

lunes, 3 de junio de 2013

Secretos.

Te extraño ahora que se me viene encima la noche, que evito cada segundo hacer lo que se supone que debo y que me corresponde, que estoy seguro que a tu lado sería mucho mejor ver pasar estas horas, que incluso podría estudiar un ratito si estuvieras acá conmigo.
Oj'alá estuvieras acá y sentirte un poquito que fuera. Sentir al menos el roce de tu piel, el silencio de tus miradas y tus ojos cerrados, el compás de tus palabras, la incontinencia de tu compañía y todo eso tan tuyo, como las ballenas volando en medio de las noches de invierno.

lunes, 13 de mayo de 2013

Has vuelto.

No quiero asumirlo, pero es miedo. Nuevamente es miedo lo que me inmoviliza. Qué shusha es lo que tengo que hacer? Saber que no puedo más que decir lo que estás 5 lineas que me van a salir, tampoco hace las cosas muy amables. Pero vamos!, que si no es miedo, es el no atreverse y eso al final, es miedo, sólo miedo. Miedo a esto, miedo al otro, miedo por aquí y miedo por allá. Ese miedo que siempre siempre logra inmovilizarme y que debiera poner en otras manos mejor para ver si de esa forma, con el corazón más tranquilo y el cuerpo tirado a la fe, soy de una vez por todas más valiente y me doy la oportunidad.

Porlomenossiempreestaréparati

Me carga en el fondo esa sensación de impotencia. Qué es lo que puedo hacer? Qué es lo que tengo que hacer? Porque si es que ya no me quedan más palabras al menos sé que en el fondo de mi alma aun pido y pido que llegue luz para que te ilumine y los ángeles de una vez por todas te saquen de esa situación de mierda y te lleven a un lugar donde sola o con mi compañía, si te parece, puedas respirar al fin en calma.

domingo, 12 de mayo de 2013

Tendré que aprender.

Pensaba un poco en la vida que quiero. En mi cabeza daba sobretodo vueltas el como sería bonito vivir. Que lindo el andar por ahí, sin más.. el ser. Sólo ser. Así no más.
Pensaba en el hacer y sin ambiciones.
Lo triste es que parece que en general yo no soy de esos. Como que me cuesta andar sin ambiciones. Quizá en el fondo soy demasiado ordenado o es que la ciencia en realidad es un poco dueña de mi vida y más de lo que creo. Pero no sé.
Sólo pensaba un poco en lo bonito del hacer sin ambiciones y dejar que las cosas fueran, se dieran. SIERAN.
Porque pretendo algún día dejar de ser tan inseguro como para filtrar y resguardar todo lo que hago. O tal vez que es que tengo que alejarme un poco del orgullo y de querer que todo me salga cercano a algo, sino perfecto. Porque la gracia parece ser más en que las cosas me salgan y que como siempre digo, los dedos escupan lo que tienen, así sin más. Porque en el fondo de mi corazón parece que sé que hasta ahora ni siquiera cuando escribo puedo hacerlo sin ambiciones o sin pretender nada en realidad y que verdaderamente después me guste. Porque siempre siempre me estoy exigiendo o exigiéndole algo a todo y al final nada salé así no más, como un suspiro, como algo que nace de la nada, sin esperar nada, sin ambiciones y finamente siendo y disfrutando de lo que es.

viernes, 3 de mayo de 2013

Era.-

Y llega ese momento en que te toca caminar en una noche fría de otoño de vuelta a tu casa. Los audífonos siguen en la mochila, porque la batería se acabó y ya no se puede ni oír algo. Te quedas ahí entonces y te toca caminar. Simplemente caminar y ir acompañado por tus pensamientos.
Y esos pensamientos que ya venían haciendo estragos se ahogan y desahogan en el murmullo constante de esa vieja canción. Y todo se torna en lo mismo. Desde el frío de la noche, los pasos tenues que vas dando, la canción que murmuras a cada momento como un pequeño secreto muy rítmico, la mirada perdida en el infinito y que de vez en cuando se mueve para ver lo que lo rodea, el recuerdo de las monjas que se aparecerán tras la puerta del monasterio, el más pequeño de los tres perros que decide ladrarte porque pasan por ahí con ese ánimo que a él no le huele bien, el motociclista que hablaba por el altavoz del teléfono, esa conversación eterna y culpatoria que tuviste hace sólo unos minutos, las lágrimas que aun guarda tu hombro y que únicamente te siguen llenando de dudas... todo. Todo se vuelve lo mismo y es la pregunta. Es una pregunta, aquel tópico de la película, aquella columna vertebral que está y a la vez desarma tu cuerpo por esta noche y esta caminata. Porque al teléfono se le ocurrió quedar sin batería y ni siquiera tuviste la suerte de poder estar acompañado de la música y escapado del único compás que hacen tus pensamientos retumbando en el mundo. Todo tus pensamientos retumbando en todo el mundo a un único pensamiento en tú único mundo.
Ahora me pregunto, ¿hasta que punto ha de sentirse para que me revuelvan más que la guata, la cabeza, el pecho y aun más?
Porque la ausencia no era nada, si es que además no podía acudir a nadie para preguntar si es que en realidad no estaba siendo demasiado egoísta y es que tal vez, no estaba bien buscar alguna vez cuidarse, no por no querer estar, sino por también mirarse un poco uno y entender que había que saber responder en su propia dimensión. Porque lo que es al menos yo, siempre trató de pedirle fruta a cada árbol, pero jamás manzanas al naranjo y también a lo largo de todo el año.

martes, 30 de abril de 2013

Ángeles

¡Qué bueno que me acordaste que estaban los ángeles ahí! Es medio tonto que los haya olvidado justo en un momento así. Aunque si lo pienso dos veces, más bien tiene mucho sentido. Sentido porque esta sensación es como eso, como sin ángeles, como olvidada de ellos.
Recuerdo esos días en que anhelaba en secretos sus alas y se me revuelve la cabeza y antes/después el estomago con sólo traer el recuerdo. Porque no es que los ángeles ahora no hayan estado, sino que al parecer les cerré los ojos.
Y no me gusta. No, no me gusta.
Los ángeles siempre han estado conmigo, son más que amigos, una compañía, un ahí al lado. Estallando en lo cursi, es un poco esa tibieza que uno necesita al lado en el día a día.
¡Qué mal el mundo sin ángeles!
Sin ángeles no sólo se va todo eso del lado, sino que también se cierran un poco más los ojos, el mundo tiende un poco más a la escala de grises, se esfuman las brisas, todo parece más nublado y se pierden las alas. Se pierden por completo las alas. No hay ni vuelo.
Qué pena un mundo sin ángeles. Porque sin ellos, sin los ángeles, no hay a quién pedirle favores, no hay con quien escucharte una buena plática y mucho mucho menos, queda la opción siquiera de anhelar ni en secreto sus alas, sus alas de ángeles.

lunes, 29 de abril de 2013

Viejas y nuevas.

Hace tiempo que no escribo y siendo sincero han pasado tantas cosas en mi cabeza que no he escrito que creo que algo raro está pasando. Lo peor de todo es que aun ahora no siento ganas de escribir de eso, no me salen las letras en esos lares. Y no digo que está mal, pero es raro, vaya que es raro. Más raro eso sí, es que últimamente me surgió la idea de abrir otro blog -sí, otro más- pero para narrar historias. Lo peor de todo es que probablemente sería más entretenido e incluso, me ayudaría más. Porque ya está claro que soy bueno escribiendo de adentro, pero vamos, y cuantas veces lo he dicho, que me cuesta escribir a lo largo de los hilos.-

miércoles, 3 de abril de 2013

Cycling

Resuenan los pedaleos de lo que aun no nos dejamos ser en mi cabeza. Mis pensamientos no son de acá ni de allá, pero siguen por todos lados. No estoy leyendo, pero al menos algo escribo y mientras tanto los sonidos siguen dando y dando vueltas, pienso en aquellos días en que nos iremos a la playa, el horizonte será sólo para nosotros y ya no habrá ni siquiera la intención del recuerdo de estas noches en que el estudio era excusa para no ser.

lunes, 25 de marzo de 2013

Sentimos juntos porque hace rato que somos hermanos. Nacimos siendo hermanos.

( - )

No es que haya nada que tenga que tener sentido, es que la vida ha sabido enseñarme cosas realmente importante, es que sé decir te amo y puta que he sabido amar en la vida y puta, que vamos que se sienten fuertes las cosas y no te das ni cuenta como vas a encontrarte en el otro que no sabes que está y si está es porque no lo está y no sabes cómo shusha llegar a él, pero hay lenguajes que son totales y es que se sienten, y quizá es que no hay más que hablar sino que oir ambos, sintiendo, acompañados, porque también he aprendido que la tristeza realmente puede ser una de esas hueás más hermosas que puedes llegar a tener en la vida. Porque se siente, sobretodo porque se siente y sobretodo porque he tenido la bendición, y gracias gracias por eso, de tener gente a mi lado, siempre a mi lado, que rozo a cada respiro y que sigue ahí y si no, no importa, porque no hay tiempo, ni hay lugar que tengan sentido verdadero para lo que realmente importante, porque cuando uno dice te amo, no es para siempre, sencillamente es y que sea ya es bastante, porque nace, porque eso si nace y porque desde lo profundo da lo mismo que no hayan ganas y no haya más que dolor y que hay dolor, ¡hay dolor!, pero que alegría, que alegría que sea así y contigo y sin darme cuenta y por sorpresa, porque va más allá o porque depende de aquel, de más arriba y que te das un tiempo y que se aleja y lo dejas, con toda la fuerza lo dejas, te desprendes y te rompes, te destruyes, te rasgas en lo onda y se siente, con toda la fuerza lo sientes, desde adentro y tu adentro, sea tuyo o no, nada en verdá es de nadie y no hay más que lo que sigue ahí y eso eres tú y lo que eres y lo que es y es y nada más, porque te puedes quedar en la noche, sosteniéndote en la noche, susurrándote en la noche, esa noche que es fría, que es oscura, pero que abrazo y que después de muchas noches, de muchas muertes, de poderosas poderosas muertes, terminas por sentir bien y sigue oscuro y sigue sonando y sigue frío, pero abrazo y abraza bien, contigo y sin ti, para ti y con el otro, ese otro que no sabías que sería y qué sería, pero fue y los anteriores estuvieron y mil gracias y este no es distinto ni es igual, sino único y todo suena y es hermoso y más hermoso, pero distinto, con más o menos sangre y sangra que así se siente y deja que hay que fluir, porque lo verdadero es aquello que es malo y en eso mismo, profundamente, profundamente bueno.--

jueves, 21 de marzo de 2013

Turururus

Cuando chico me acuerdo que mi mamá decía que me daban/le daban los turururus. Era un cosa extraña y ahora que estoy más grande -o si es que he crecido- parece necesario que me ponga a pensar de nuevo en eso. Y es que tal vez ahora son de otra forma o más maduros. Y vaya que ridículo suena así, pero algo de sentido me hace. Porque si cuando chico el turururu era ponerse a loquear está claro que ahora, de adulto, la locura toma nuevas formas. Y es que no voy a contarles la razones de mi locura. Pero, pero, pero, si tan sólo lo pienso un poco, creo que ahora me suenan más mis turururus a cuando se me escapa un poco más de la razón a aquellas veces en que hago lo que la gente llama locuras y me pongo a bailar, cantar y ser feliz por todos lados.-

lunes, 18 de marzo de 2013

Soleado medianoche

Es extraño pensarlo así y más que la iluminación haya llegado así tan de pronto. Y tal vez es que ni sea. Pero al menos ahora parece que el sol prendió en medio de esta noche y que por ahí me dice que es lo que tanto me pasó en esas tierras de allá tan lejos. Porque es que ya habíamos hablado que el viaje nos había cambiado y pues claro. Claro es ahora que el sol se prende a medianoche. Y será que fueron los aires o la humedad. Tal vez ambas. Y que el corazón creció, más bien se agrandó y se siente diferente. Porque ahora está más grande y siento más, tal vez más fuerte, tal vez más libre. No sé bien cómo sino nada. Pero al menos parece que ya sé cuál fue el cambio.

martes, 12 de marzo de 2013

A la velocidad del pensamiento.

Ah!, es que me contaron mis amigos, de sus historias, de sus cosas, de sus tiempos, de lo que sienten de lo que piensan. Y es lo fuerte de la vida. Son las cosas que siento y que no entiendo. Lo que no entiendo y qué no sé cómo llevar, pero que aun así no puedo no sentir. Qué no es que no te quiera, sino que a veces ya no sé cómo hay que querer. Que acaso si puedo ver el mundo y que ya me estoy creyendo más y que mis ojos ven más lejos. Y es que no es que el mundo sea grande, sino que inmenso. Y con un Dios que en un comienzo, apenas si podía aletear sobre las aguas, pero la tierra estaba desierta, sin nada y acaso sí los abismos repletos, completos, rellenos de tinieblas. Porque es que se está acabando el mundo o está empezando otro. Y es que nadie lo ve. A todos se les queda corto. Se corta y se pierden de todo. O tan sólo a mi me pasa. Y que el dosmiltrece se viene, intenso, y el mundo se pone de cabeza. O tal vez que lo de adentro necesita más del mar. Que tengo que mirarme hacía adentro y sólo así las olas pasarán sobre mi cara y ahogarán mi cabeza que no se detiene, no se detiene, no se detiene y da todas las vueltas por segundo.

martes, 5 de marzo de 2013

(Re)encuentro y (re)cuento.

Voy a escribir rápido, pero de verdá.

Hace harto tiempo que no escribo por acá. Me fui unos días al sur y el viaje en sí, fue más que intenso. Más que intenso. Y no es que los eventos en sí sean el tema, sino que más bien como estos me agarraron. Y digamos -y resumamos- que con todo terminé con dos días de retorno, de carretera, de auto y un poco de tiempo largo para pensar. Y aun así, llegué pensativo. La cabeza no paraba de girar y cuando se detuvo, es porque ya empezaba el año y no quedaba más que hacer. Porque nos terminó por pillar marzo y la vida ahora se ve distinta hacia adelante. Pero sigue siendo la vida y ya que empezó marzo, la vida corre mientras la cabeza sigue y se ve hacia adelante con las cosas distintas y construyendo la diferencia también con cada paso.

/Funcionó bien.

lunes, 11 de febrero de 2013

.

No es que yo espere que me mires a los ojos, es que me encantaría mirar directo a los tuyos.

sábado, 9 de febrero de 2013

Delpolvoeres

Me da un poco de pena pensar en la muerte, más aun si no es directamente a mi al que me toca, porque uno ya la ha vivido será que pasa eso, es que parece que la entiendes mejor, que la has visto más veces a los ojos y con eso, haz sabido sacarle un poco el alma que aun siendo muerte, la tiene. No sé bien, pero me duele un poco verla de lejos, saludando a los otros, a los que quiero, poniéndoseles de frente, dándoles a los ojos con la sombra que traen los suyos y dejándoles un poco el tiempo corto y el polvo eterno.

---

Escupir

Me gusta más cuando en este blog me dejo hablar así, de corrido, sin mucho pensamiento o más bien sin mucho darle vueltas, es como siempre digo, dejar que mis dedos escupan, vomiten, boten todas las letras que tenían guardadas y así se diga lo que se tenga que decir.

viernes, 1 de febrero de 2013

Di-vagar

Y querer dormir con amapolas se hace tan absurdo cuando entiendes que la vida y el mundo está hecho de cien años de soledad, cuando entiendes que el final es todo lo que esperabas junto de una sola vez y cuando creer que quieres lo que tienes, pero es sólo que te estás dando vueltas y que en realidad la televisión y el computador simplemente están prendidos, siempre están prendidos, porque es más sencillo vivir con aquel ruido de fondo, buscando aquella conversación en el chat, que teniendo que soportar la incertidumbre del viaje que se deshace, del dinero que no existe y de los mil deseos que sólo son deseos por esta noche y se quedan en contarlo y pensar y añorarlos hasta que ya no den más lo parpados, ni sigamos forzándonos a estar despiertos, y caigamos de una vez por todas a volver a cama y ahí sentir la realidad, la realidad que sólo permitimos que se nos haga presente en los segundos que dejamos antes de dormirnos y que el cansancio que hemos acumulado nos pegue un golpe y nos vuelva a salvar la vida.

sábado, 19 de enero de 2013

Crónica

Desde que se fue mi abuela de la casa, las cosas son diferentes. Hoy en la noche, llegué y estaba todo apagado, no había nadie. No estaba ni mi hermano, ni mi abuelo, porque se fueron con ella. Y mi mamá, aun no se aparecía. La había llamado y no contestaba tampoco. Pasé entonces el rato escuchando música y cantando. Al rato mi mamá devolvió el llamado, estaba saliendo del trabajo. Era tarde, pero es trabajólica y ultra responsable. Yo volví a esperarla cantando y con la música de compañera. Cuando llegó venía agotada. Era de esperar. Se recostó, no había logrado comprar una bebida helada como había prometido, ya que la botillería estaba llena de jóvenes que preparaban el carrete. Que más rato íbamos, dijo. Todo esto nos dejó un par de horas más en sequía. Mi abuela había dejado el refrigerador vacío, abierto y desenchufado. Al menos mi mamá había traído maní tostado y mermelada casera para abastecernos. Pero nada para beber: ni jugo, ni bebida, ni nada que pudiera decirse siquiera algo frío para apalear el calor y la sed. Pasó el rato y a eso de las once de la noche, luego de un rato de charla al son de Kevin Johansen, decidimos ir a comprar. Mi mamá buscó algo de ropa para esconder el pijama que ya se había puesto. Salimos y en la botillería aun había fila, aunque esta vez más pequeña. Nos pusimos al final y debatimos qué comprar. Finalmente salimos con dos botellas. una de medio litro y otra de dos. La primera por gusto y la segunda para sobrevivir a la noche. Así, con los dos litros de bebida helada, bien helada, más el maní tostado podremos pasar la noche. Y mañana ya desayunaremos con la mermelada casera. Menos mal el domingo nos vamos a la playa a reencontrarnos con mi abuela y el resto de la familia que nos abandonó por este par de días, dejándonos en una lucha por la sobrevivencia.

jueves, 17 de enero de 2013

DANGER


Corazón ha vuelto a quedar en libertad