sábado, 31 de enero de 2015

La naturaleza humana.

Es gracioso igual
lo que es un poco la naturaleza humana.
¿En qué momento la sinceridad y la autenticidad
se pueden transformar en sus contrariedades?
¿En qué momento llegué
al medio del bosque?

La verdad es curioso cuando uno se encuentra
a si mismo
sólo
porque piensa que perdió al resto.
Es curioso como el bosque
se vuelve tan oscuro e insoportable cuando cae la noche.

¡Qué curiosos que somos los humanos!

¡Qué curiosos!
Curiosos cuando pensamos que no hay nada más que hacer
que perderse en el bosque
que mirar hacia arriba
que ver las hojas tapando el cielo
mientras cae la noche
y todo se vuelve oscuro
y oscuro es insufrible

Curioso cuando creemos que lo mejor
es dejar de creer en la gente
o más bien de creer que van a hacer algo;
de esperar,
de dejar atrás las expectativas
y decidir
vértelas luchando por ti mismo
sin nadie más.

Como un oso perdido
en la espesura del bosque,
del medio del bosque,
en la espesura oscura
del centro del bosque
en la mitad de la noche.

domingo, 18 de enero de 2015

Dosmilcatorce-Dosmilquince

Hace tiempo que no escribía y más aun hace tiempo que no me daban ganas de escribir por cosas llenas. La vida ha marchado bien bonita y vamos que ha marchado. En resumen el segundo semestre del dosmilcatorce fue por decir lo menos, in-ten-so. La separación y entrar a un nuevo mundo con harto trabajo, pero harto de hacer lo que quería hacer. La distancia fue lo más terrible y la energía fue poca. Diciembre fue del reencuentro y la vida hecha vida contigo. Nada más que eso, el día a día con la mujer que más amo: hermoso. Enero llegó de golpe y la pena de otra despedida fue más fuerte de lo que esperaba. Parece que cada despedida es peor. No quiero ni pensarlo. El dosmilquince llegó aun más intenso y en los menos de 20 días que lleva el año, todo a sido a mil por hora. Comenzando por la pena infinita de dejarte y luego por asumir este nuevo desafío. Un desafío gigante, inmenso e inconmensurable, que a cada rato me desafía y me desafía más. Que a cada rato me da más miedo, pero también me hace más y más sentido, y ya nada importa. El medio no paraliza cuando vemos allá al fondo un propósito tan auténtico.
Estoy feliz. La vida cada vez es más y más vida. Más fuerte, más intensa, más sentida, pero si no es para vivir que venimos a la vida, entonces mejor irse yendo.
Estoy feliz, desafiado, comprometido y convencido de que todo lo que se viene por delante es gigante, pero es justo lo que quiero.-

viernes, 2 de enero de 2015

(noeselfin)

Me acuerdo que hace un poco más de un mes, me daba cuenta de lo mucho que tenía acá en Chile, en las personas, en los sueños, en los proyectos, en los cariños. Alguien me dijo que tenía que volver y en ese entonces se me hizo súper fuerte la idea de que era evidente de que así era, había mucho que me sujetaba a este país de mierda.
Ahora las cosas se ven algo distintas. Será que las perspectivas de los viajes no son las mismas una vez de ida, una vez de vuelta. Y es que ya ni las buenas noches serán las mismas sin que salgan de tus labios justo antes de dormirte en un día cualquiera al lado mío. Porque parece que nada tiene sentido si no es contigo...

Y se me parte el alma.

Me he venido preguntando durante todas las horas de viaje de vuelta en cómo había logrado conseguir pararme de esas sillas plásticas del aeropuerto, darte por una, dos, tres, cuatro, cinco veces el último beso y soltar tu mano para subir las escaleras y tomar el avión. Ni con todos los despegues, ni aterrizajes, ni el trasbordo, ni durante las mismas horas de vuelo he podido encontrar una respuesta.

Creo que simplemente lo hice. Sin nada. Porque si no lo hacía, tampoco sabía que mierda más podía hacer para evitar que toda esta mierda se nos viniera encima...

Las lágrimas no eran nada cuando ni en mi cabeza ya podía encontrar razón a todo lo que pasa. ¿Qué mierda esta historia?

Me acuerdo de la última imagen que tengo de ti, de haber pensado en querer sacarme el alma y llegar pronto al vórtex que me haría olvidarme de todo lo que sentía. Aún cuando te busqué por última vez, ya en el piso de arriba, mirando a través de las barandas, no sabía qué pasaba y mejor simplemente me fui. Pero las cosas no salieron cómo yo esperaba y aun no logro escaparme de lo que siento, ni entender nada de esta mierda.

Esta vez el vórtex no fue tan vórtex o quizá la culpa esta vez es de las emociones que se fueron al chancho. Da lo mismo.-