viernes, 29 de abril de 2011

Buen viaje, Gonzalo.

"Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa.
No quiero ver ¡no puedo! ver morir a los hombres cada día.
Prefiero ser de piedra, estar oscuro,
a soportar el asco de ablandarme por dentro y sonreír
a diestra y siniestra con tal de prosperar en mi negocio."

Primera estrofa, Contra la muerte, Gonzalo Rojas

- Prefiero ser de piedra o dejar de serlo, que mis piedras me devoren o dejen de revolcarse. Es más bien, sentir que se siente que estamos sintiendo, porque la muerte se los lleva o más bien la vida los devuleve, porque estamos únicamente vivos y nuetra alma sólo nos recuerda que nada más vamos a estarlo.

miércoles, 20 de abril de 2011

Abuso de comas.


Creo, tan sólo creo, algo así como creer un poco, quizá, tal vez, algo así como creer a medias, que a veces, algunas veces, puedo, quizá sin darme cuenta, quizá porque sí, porque no, porque quiero, porque no sé, porque puede ser, porque no puede o quien sabe porqué, que a veces, sí, esas veces, hay veces, algunas, algunas veces, en que, así, de está forma, tiendo, se me da, me surge un poco, tal vez dos, tres o cuatro pocos, mas tiendo al fin, al fin y al cabo, de abusar, abusar o algo así, algo así como aprovecharme, pero no tanto, nunca tanto, dejemoslo en menos, más bien en abusar, tan sólo abusar, a veces, algunas veces, un poco, abusar, abusar de las comas.

#Sinsentidoenmediodelalecturainfinitaporelestudioquesehaceeldíaantesenmediodelanoche

sábado, 16 de abril de 2011

Carretera.

Caminar solo por la carretera. Mirar adelante con la cabeza en alto. Observar más allá de tus ojos. Cerrar los oidos de vez en cuando para oir tu corazón. Avanzar y avanzar, sin olvidar recordar. Y valorar la soledad cada vez que, cuando encuentras a un amado, te estalla el corazón.

jueves, 14 de abril de 2011

Me regalaste la mejor semana.

Y cómo te lo digo, cómo puedo siquiera enterarme que lo sabes, que te lo dije, que tengo que decirtelo y vamos!, es que tienes que saberlo. Cómo te digo que siquiera he podido sacarme la sonrisa de la cara, que los días nublados se ven más brillantes aun sin tener al sol, que el cielo que es cortado por la nubes más parece sin límites, que ya no eres tú, ni soy yo, sino que nostros y que no es estar, sino sentir que lo estamos, pues bastó con una tarde de risa, un atardecer en vuestra compañía y todo se volvió tal vez más romántico, quizá menos pragmático o luego algo lúdico, y entendimos que el día realmente no acaba, que los corazones tan sólo sufren ataques al corazón y que los de siempre, parece que de verdá nunca se van a ir.

La pasión de los abrazos.

Estaba recordando. Recordaba aquella casa. Esa caso donde se vivía en comunidad. El aire no era seco, las luces no eran más brillante, los días a veces más o menos soleados y las aguas a veces incluso desaparecían. Claro, en general había agua calientita y de vez en vez una manada se despertaba y podía incluso ver a las ovejas que intentaban pastar más allá de sus territorios. Era algo así como un campo dispuesto para mirar el cielo y resguardarse en la casa del frío. Bien podían saludarte los pajaros, bien los mismos podían atacarte, más bien siempre había un ave alrededor. Así mismo podías sencillamente recostarte, conversar o incluso ser libre. Ser libre tan libre como aquellos que lo son estando con el resto y más. Pues siempre las mantas estaban ahí, pero sobretodo los brazos del otro para darte cobijo sin dar cabida siquiera nada.

Nocturno.


4 de la mañana en punto, buena hora para comenzar a escribir.

lunes, 4 de abril de 2011

Buenas noches

Con el corazón en la mano, buenas noches.

Lo único que queda.

Van a ser las cuatro de la mañana. Suenan de esos ruidos languidos, como llevados por el tiempo o traídos desde lo más profundo del estómago de un ser humano. La vida sigue siendo la vida. Y vamos que nosotros no parecemos cambiar mucho o más bien, el mundo no deja cambiarnos. Es hora de sacarse la rapo, es hora de irse a dormir. Al fin podremos recostarnos, dejarnos sobre las mantas y respirar serenos mientras nada más que esas mismoas ruidos, propensos de la noche y de estas cuatro de la mañana, nos acompañan porque los buscamos para hacer más compañero al aire y sumergidos en nuestros pensamientos, olvidarnos de los mismos y sentirnos, porque lo único que queda es sentir.

domingo, 3 de abril de 2011

Del sur del sur del mundo.


Tengo que estudiar. He estado más estudioso, más responsable. Pero no hay ánimo. Creo que estoy algo decepcionado. Decepcionado de que la gente esté acostumbrada a mirarse el ombligo; de que a todos se les olvide que hay un otro, que hay más que un otros, unos otros y mucho más. Estoy algo triste, sino es que acongojado, porque a veces aunque creo que el mundo puede salvarse, que hay algo de fe, que la vida puede sentirme así de profundo... a veces, las luces se atenuan y el cuerpo simplemente cae, se deja llevar por la gravedad hasta posarse sobre el colchón de la cama, sucumbiendo, aun sigue cayendo. Y se va y se queda el alma, se suspende y aparecen los suspiros y los suspiros, esos que anhelan que los ángeles vengan y le tarareen una canción de cuna, mientras el cielo, sobre sus ojos, corre conversandole a las nubes sobre la eternidad de los páramos de trigo del sur del sur del mundo.