domingo, 22 de septiembre de 2013

Secretos del autor.

Lo que pasa es que en verdá, cuando ella está lejos, las estadísticas del blog suben.

-Te amo.-

jueves, 19 de septiembre de 2013

Los papás no deberían morirse

Ni allá lejos,
ni hace más
de diez años.

Los papás no deberían
morirse.



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Prometí que no dejaría de publicar a pesar de saber que siempre me leías. Te amo.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El caso es.

Hoy día le di hartas vueltas a escribir una historia. Sabía que lo importante era encontrar la historia que contar. Le di hartas vueltas. Hartas vueltas y bueno, aun no escribo nada.-

jueves, 12 de septiembre de 2013

El mar está adelante, vamos a nadar.

Me pesa ver hacia el horizonte. Por ahí decían que es más fácil vivir con los ojos cerrados, pero vamos que hoy el cuento contaba otra cosa y vaya que era terrible aquella vida de los ciegos y sobretodo de aquella que veía entre ellos. Y es que sé que hay que seguir adelante, que el mar sigue ahí y nadar es lo único para lo que tengo fuerzas, pero sólo si es contigo. Porque de verdad creo que aprendí que las penas son para pasarlas juntos y a tu lado, todo se hace más claro, más luminoso. Las brazadas no son tan pesadas cuando se nada con una sirena. Es sólo que parece que cuando no está tu fatamorgana conmigo, se esfuman también las fuerzas. Y me ahogo. Me siento encerrado, abandonado en el vacío. Pero no quiero que creas que tienes la culpa. Tu ausencia tampoco es la culpable. Es sólo que parece que al mundo se le ocurrió darnos muy duro en estos días. Sí tú sabes lo mucho que me duele por lo que estás pasando. Me duele porque eres tú, me duele porque sé lo que es. Y sólo quiero vivir eso, ahorrar mis fuerzas para estar contigo, acompañarte, que es lo único que vale en medio de todo lo turbulento que se puso el mar. Pero el problema es que los barcos siguen navegando y los puertos exigen estar en funcionamiento. No dejándome descansar en la arena, como yo quisiera estar todo el día y toda la noche. Recostado en la arena, más tibia o más fría, pero siempre ahí, esperando que otra vez aparezca mi sirena para al menos escuchar su canto.

Antes de leer, entienda usté que estoy mal, pero ahora bien y tampoco es para tanto.-

Me dices que tengo que creer, que la mejor manera de pasar por encima de todo lo que me molesta es seguir adelante, echarle para adelante. Te creo, vamos que hay que mirar el mar e irse a nadar, lo creo más que nadie. Creo en el canto más fuerte, porque de gritos no podemos vivir y porque por los vivos, los muertos y los que mataron, tenemos que seguir aquí, dándole, hacía adelante, hacia el horizonte, nadando en el mar que se vuelve cada vez más infinito hacia adelante en nuestro ojos. Pero no basta, ya no puedo, estoy agotado, estoy agotado y tengo angustia de mi mismo. Angustia por el lugar en el que me encuentro, que tengo pena, que estoy tranquilo, que todos se compadecen, pero nadie puede hacer nada y la vida sigue y sigue, y yo no hago nada tampoco. Porque no puedo, porque no es justo, porque no vale, porque no toca, porque estoy quieto, porque me inmoviliza y me inmovilicé, porque me corresponde, porque lo vale, porque no es más, ni es menos, porque sólo así merezco pasar algunos días, perdiéndome y rindiéndome a que la vida sigue y yo no siempre voy a poder con ella.

Estoy chato

Estoy chato de no poder detenerme un rato a sentir la pena que me toca, de tener que estudiar, de tener que escuchar en un día como hoy tanto disparate, de que aun haya personas que piden que nos olvidemos de todos los hombres y mujeres que fueron muertos en dictadura, de que mi universidad sea católica de puro nombre, de que los otros no importan si es que no me toca lo que les pasa, de que la vida siga y siga, de no poder sentarme un rato sin que el mundo siga exigiendo cosas de mi, de que todo pase justo en el peor momento, de que mi dolor ni siquiera sea justo porque quien más quiero en este momento está pasando por un dolor peor, de que se me acabe la fuerza, de que el silencio siga siendo sólo silencio y de que el vacío es más vacío ahora, de que el mundo no se acuerde de nada y peor aun no quiera acordarse, de que vivamos sin mirar para al lado y menos para atrás, de que algunos quieran hacer parecer de que todo sigue tal cual y tan bien, de que no haya nada que hacer y de que no pueda hacer nada..

martes, 10 de septiembre de 2013

Compases y amores.

Escucho música mientras trato de estudiar. Aunque más bien trato de estudiar mientras escucho música. Lo cierto es que escucho música y no estudio. Y más cierto aun que escucho todo bien bonito y mi cabeza no deja de tratar de encontrar entremedio de mis memorias, alguna canción para regalarte. Porque lo que escucho suena lindo y con todo y con nada me acuerdo de ti. Y me gustaría que lo supieras si no al menos un poco y que pudieras sentir lo que ahorita yo siento escuchando melodías que oscilan entre mi cuerpo como corrientes de agua en el océano marino. Pudieras al menos estar conmigo en este mar de sonidos y regalarte una canción. Una canción con la que se te llenara tanto el corazón y sostuvieras tanto en el aire, como yo lo hago oyendo estas canciones y sobretodo trayéndote a mi memoria porque en mi corazón ya pasas todo el día.

lunes, 9 de septiembre de 2013

L.

Quise hacerte un carta. Lo prometo. Quise hacerla.

Y debería. Debería haberte escrito en algunas hojas sueltas, pálidas e inertes. Debería haberle dado alguna vida a todas las cosas que volaban sueltas en mi cabeza desde hace ya días. ¿Realmente seré uno más de esos idiotas que únicamente se dan cuenta de lo que tienen cuando se les va?

No quiero creerlo.

No he dejado de pensar en las últimas horas (y por horas hablo de los pocas horas que me duró este findesemana). Pensaba y se me hacían imágenes de todos los maravillosos momentos que tuve la suerte de vivir contigo. Eres una bendición. Cada historia terminaba en una pequeña sonrisa. Algunas veces más triste la sonrisa, bañada de nostalgia. Otras una sonrisa contenta, repletando el corazón del amor que tú me diste. Tenemos tantos momentos que se me pasó el tiempo pensando en la vida que construímos en estos cortitos tres meses y un poco más.

Me acuerdo como me miraban tus ojos cuando me pillabas pensando. De esa mirada tan tuya y tan mía, que no sé si alguien más en el mundo conoce o va a conocer algún día.

Te miro a lo lejos y te amo. Te amo con la infinidad de quién no se permite ni siquiera recibirte/darte las gracias, porque lo nuestro no se trata de eso. Te amo con la constancia de quienes no son capaces de separarse porque si hay que sufrir, suframos, pero que al menos podamos hacerlo juntos. Te amo con el amor que tú me enseñaste a amar y que juntos creamos y cultivamos día a día. Te amo como solamente se ama a quien se ama, cuando es uno, único y nada más en el mundo.

Te amo a la distancia y miro hacia adelante. Porque quiero creer que si decidimos seguir fue por eso. Porque tú me lo prometiste y yo te lo prometo a ti. Vamos con fuerza, con toda la fuerza a luchar hacia adelante, por nosotros, por el uno y por el otro, cada quién con su historia, con su vida, para poder compartirla y juntos hacer la nuestra. Nuestra vida que no es de América, ni menos de Norteamérica o Sudamérica. Nuestra vida que no conoce de distancia, ni de tiempos. Nuestra vida que más pronto que con la llegada de tu avión a Toronto, ya ha comenzado a aprender lo que es estar en la incertidumbre y como juntos nos adentraremos a amar en esos mundos.

Te amo, vida mía. Te amo porque creo completamente en ti, porque veo en tu vida y en todo lo que te propones, en lo que luchas, en lo que sueñas, en lo que temes y en lo que amas; veo en toda tu vida a la mujer que amo. A la mujer que amo con mi alma, mi mente, mi pecho, mi guata y todo mi cuerpo. A la mujer que es parte de mi vida y hace día a día mucho de lo que es de ella.

Te amo, porque juntos aprendimos a ser grandes, de esos grandes que lloran juntos y saben así pasar las penas, y que luego son felices pudiendo despedirse sin separarse, sintiendo cuánto se aman y como nada es capaz de terminar con eso.

Te amo, porque te amo y porque amo amarte y amarte es porque te amo.

Te amo y ya nada importa, porque sólo contigo, sólo contigo puedo estar en esta incertidumbre, tranquilo; viviendo la pena juntos, luchando juntos, creyendo juntos y esperando más juntos aún.

Te amo, infinitamente, hoy y siempre. Te amo.

Usté no lea.

Ha pasado un poco el tiempo y quizá hasta la realidad de tu Partida. Hace un par de horas que volví del aeropuerto y hace menos que desperté después de intentar reponer un poco las fuerzas para seguir. Pero no sé, algo pasa con el tiempo, como que está suspendido en mi vida. Y es que sencillamente no logro hacer nada, ni siquiera sacar unas buenas letras de lo mucho que te extraño. De como la vida parece estar en pausa, en tu ausencia.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Cómo no

Andaba con algo de pena. Caminaba mirando el piso y de vez en cuando el cielo. Le gustaba recordar que el cielo era el mismo en todas partes. Las distancias eran difíciles, a él sobretodo le costaban las distancias. Pero cómo no. Cómo no.

Algunas letras.

Hace tiempo que no escribía y es que quizá hace tiempo que no me alcanzaban los minutos o no se me ahogaban lo suficiente los sentidos. Al parecer el agua no me había tenido tanto tiempo cubierto o al menos así parecía. Porque escribo porque quiero, pero a veces, porque no puedo no hacerlo. Porque lo necesito.